UNA NECESARIA ACLARACIÓN



No es un blog de nostalgias, ni ha sido concebido para verter lágrimas por la tierra añorada, ni vituperios contra quienes desataron esta diáspora del último medio siglo. Pretendemos que nuestras páginas contengan la visión, proverbial y vigorosa, de quienes andamos por el mundo con todas las esperanzas intactas y las alegrías renovadas, dispuestos a compartirlas nuevamente con nuestros hermanos. Desde estas páginas nos declaramos en confrontación contra los absurdos, mediocridades, burocracias y mezquindades que hicieron y hacen de la política en nuestro país una suerte de zanahoria al final del palo, sin saber las autoridades y otros muchos que desde hace tiempo el burro camina al revés.

EL AUTOR

APRENDA DE MÉDICOS CUBANOS

AUTISMO INFANTIL
Una inmensa soledad AUTISMO
JOSÉ A. DE LA OSA
¿Enfermedad o desorden del desarrollo del cerebro? ¿Qué es ciertamente el autismo mirado desde los albores del siglo XXI?... Con estas interrogantes inicio el diálogo con la doctora Ana María Gómez García, Profesora Auxiliar de la Universidad Médica de La Habana, especialista de segundo grado en Psiquiatría Infanto-Juvenil, reconocida en el ámbito científico por su saber en el tema que abordamos.
La doctora Ana María Gómez García, quien trabaja en la Clínica del Adolescente, cumplió misión internacionalista en Etiopía en los años 1987-89. 
Es un desorden del desarrollo del cerebro, dice mi entrevistada, que compromete, en mayor o menor grado pero siempre de modo significativo, el funcionamiento global del niño que "se queda atrás", con relación a los de su edad, en la adquisición de habilidades para la comunicación y para establecer relaciones sociales. Ambas, incluso, pueden estar prácticamente ausentes. Su prevalencia varía mucho de un país a otro. En Cuba estamos realizando estudios al respecto y los resultados preliminares indican que la incidencia es muy baja.
—¿Qué causas o hipótesis se plantean en cuanto a la aparición de estas alteraciones?
—Su causa hasta el momento es desconocida. Se invocan influencias ambientales (toxinas, sustancias químicas), infecciones virales en etapa prenatal o posnatal temprana, intolerancia a ciertos alimentos (gluten, caseína) y factores genéticos. Se han reportado hasta 20 genes que pueden estar involucrados en el origen del trastorno y que aportan una predisposición.
—¿Qué síntomas principales presentan las personas con esta alteración? Al menos quisiera que precisara "algunas señales comunes" y, de ser posible, el rasgo más notable del autismo.
—Los rasgos más notables son la dificultad para establecer relaciones sociales y para la comunicación, tanto verbal como la que realizamos a través de los gestos, el tono de la voz o la mirada. Es "como si no captara" lo que otras personas sienten. Ejemplo: no reconocen por la expresión del rostro cuándo la persona está triste, "brava" o alegre. Estas dificultades también la traducen en la imposibilidad de reproducir gestos y posturas que otros hacen, como hacer "las torticas", tirar besos, decir adiós con la mano.
—¿Esos síntomas varían de una persona a otra?...
—Sí, varían. Podemos tener niños con manifestaciones muy severas y otros con mínimas. Estas pueden semejar alteraciones en su "modo de ser", siendo descritos como "extraños o raros" y presentar además dificultades en el aprendizaje. Las personas afectadas severamente se encuentran en posibilidad de autolesionarse, presentar movimientos repetitivos sin una finalidad específica y conducta agresiva.
—¿A qué edades como promedio se manifiestan los síntomas?
—Los primeros síntomas aparecen tempranamente, antes de los tres años de edad.
—¿Es un trastorno que tiende a agudizarse con el devenir o se mantiene estable, como en meseta, durante toda la vida?
—Los síntomas persisten durante toda la vida. Con la maduración y el accionar terapéutico muchos niños mejoran. Puede haber un aumento de la sintomatología al arribar a la adolescencia.
—¿Puede estar asociado con alguna enfermedad?
—Sí, con la epilepsia, el síndrome de Down y con otros desórdenes que cursan con retraso mental, como el síndrome del frágil X y la rubéola congénita.
—¿El diagnóstico es clínico o se requieren otros exámenes para la confirmación del trastorno? ¿Es posible, digamos, confundir esta alteración con alguna otra?
—El diagnóstico es eminentemente clínico. Puede ser confundido inicialmente con problemas auditivos, con los cuales puede además concomitar, y otros desórdenes mentales como las psicosis infantiles.
—¿Qué tratamientos se emplean y qué fines se persiguen con ellos?
—El tratamiento, multidisciplinario y sistemático, que de manera individualizada brinda el país, se encamina fundamentalmente a lograr el desarrollo de habilidades sociales y del lenguaje para lo cual se utilizan estrategias educativas e intervenciones médicas. El uso de fármacos está indicado para el control de algunos síntomas, como la agresividad o las convulsiones, entre otros.
—¿Tendría alguna sugerencia o criterio que transmitir a los padres con un hijo autista?
—El autismo es un trastorno de larga evolución y resulta muy importante que los padres aprendan a convivir, tratar y educar a un hijo con estas características. La estrecha interrelación con él favorecerá la evolución y el pronóstico del menor. Es recomendable, además, la asesoría genética en caso de desear la concepción de otro hijo.
—¿Sobre qué pistas en torno al autismo trabajan los científicos en la actualidad?
—Se investigan alteraciones en determinadas áreas cerebrales y también en el cerebelo. Pudiésemos poner un símil y comparar al cerebro con una computadora. En esta, al ser construida, los circuitos quedan totalmente integrados; el cerebro humano al nacer no tiene totalmente integrados todos los circuitos que lo conforman, faltan por establecerse conexiones, lo que se logra después del nacimiento, fundamentalmente en los dos primeros años de vida. Hay indicios de que en el cerebro y cerebelo de las personas autistas no se desarrollan estas conexiones, o se establecen fuera del lugar adecuado, lo cual daría como resultado las alteraciones ya descritas. Este parece ser un camino que permitirá encontrar respuesta a muchas de las interrogantes que el autismo plantea aún para la ciencia.
—Si le quedara algún criterio importante por consignar...
—Ante cualquier inquietud o preocupación sobre posibles alteraciones en el desarrollo de los niños, se debe acudir de inmediato a los servicios de salud y consultar con nuestro personal especializado, para la detección precoz y tratamiento oportuno del autismo u otro trastorno del desarrollo.